Dos de los doce tomógrafos disponibles en la red hospitalaria pública de Guatemala están fuera de servicio, lo que afecta gravemente la atención médica en el país.
En el Hospital Regional de El Quiché, el tomógrafo se averió en enero de 2025, en promedio, 150 pacientes requieren mensualmente este tipo de estudios, que son complementarios para llegar a un diagnóstico. Es el Departamento de Trabajo Social el encargado de coordinar las tomografías en servicios privados, para continuar atendiendo a la población, mientras que en el Hospital General San Juan de Dios, el equipo colapsó a principios de abril debido a la falta de mantenimiento preventivo.

La reparación del tomógrafo del Hospital General San Juan de Dios requerirá una inversión aproximada de Q696 mil. Mientras tanto, las autoridades han contratado servicios con una clínica privada para atender a los pacientes que requieren tomografías. Además, se están gestionando trámites para el arrendamiento con opción a compra de un nuevo equipo, proceso que podría tardar entre cinco y siete semanas.
La falta de tomógrafos en estos hospitales ha obligado a trasladar a pacientes en estado crítico a otros centros asistenciales, como el Hospital Roosevelt, lo que ha aumentado la carga de trabajo en estos establecimientos y ha generado preocupación entre el personal médico.
A nivel nacional, de los 46 hospitales públicos, solo 12 cuentan con tomógrafos, y actualmente dos de ellos están fuera de servicio.
El presidente Bernardo Arévalo se comprometió a resolver la falta de tomógrafo en el Hospital General San Juan de Dios, que ha estado afectando a pacientes desde el 4 de abril.
La situación pone en evidencia la necesidad urgente de invertir en el mantenimiento y adquisición de equipos médicos esenciales para garantizar una atención de calidad en el sistema de salud pública de Guatemala.